viernes, 21 de junio de 2024

 METAPOESÍA (poesía que se interpela)

Estoy hecha de palabras.
Del acento, tácito, en la melancolía.
Del trémulo papel y la exaltada pluma.
De ojos de perro
que, desde muy abajo, atisban un arriba.
Hecha de pasiones e inequívoca
inflacion en las sílabas.
De un pensamiento
que incendia y retuerce la mano
y, de pronto, se vuelve poesía.
Soy un resquício, la instancia,
nebulosa del espíritu,
un rapto de megalomancia
que advierte con rimas labradas
un camino...
Otra vida, en voz alta.
Hecha deshecha
y maltrecha en sus líneas;
catigada por el olvido
y la imperturbable distancia.
Poesía..., cascada,
insatisfecha en el devaneo de los términos.
Que se desdice o afirma,
vuelca y recoge.
Ambigua en los versos,
si lo ambiguo desafía
y hasta maldice por los
malditos parias del momento.
Soy la belleza con ritmo,
un destino en el lenguaje,
la expresión líquida de un beso ojival.
Y varios galones de llanto
destilado.
Soy el verbo.
El espanto de los puntos suspensivos
en suspenso punitivo.
Una vertiente al metro,
que ya no es tanto.
La elegía del teatro grecoromano
donde la muerte
y el penar humano
son poetas de la trágica vida.
Soy poesía,
de la aureola y la nube,
de las musas y las vides.
Desolada en la cuartilla
de arreboles tinta.
Solo poesía...
Una trova, el romance, oda,
la lírica.